En Latinoamérica y particularmente en México existe la imperiosa necesidad de formar líderes desde que cursan la secundaria y el bachillerato, para que se conviertan en potenciales creadores de empresas en el futuro. Si se formaran jóvenes con espíritu emprendedor, se podrían resolver muchos problemas de desempleo, nuestro país seguramente sería diferente.
El
mensaje que hay que transmitir a los muchachos
es que el dinero llega a las personas cuando mejoran la vida de alguien
al crear o modificar algo que ya existe. Aquel que no tenga una idea, tendrá
que trabajar para quien sí la tiene.
Pero
¿cómo inculcar en los jóvenes un espíritu emprendedor? El punto de partida es
fomentar en ellos hábitos que cuando crezcan se conviertan en fortalezas para
crear y dirigir sus empresas o a lo ellos decidan especializarse, como puntualidad, honestidad, tolerancia y
habilidades de liderazgo, trabajo en equipo, diferenciación y servicio.
Para
lograrlo se requiere de vigilancia, guía y supervisión de los padres y de una
institución educativa como la nuestra que tiene una clara idea de cómo detonar
ese genio que todo joven lleva dentro. Todo estudiante tiene características
para ser un emprendedor, algunos tienen habilidades para vender o persuadir,
hay quienes son más tímidos pero todos pueden ser innovadores y con iniciativa, y son sus padres y un colegio con
un modelo educativo para formar futuros emprendedores y profesionales
triunfadores, los que deben descubrir su potencial para explotarlo.
Hay
que aprender a escucharlos y dejarlos participar en la toma de decisiones
familiares y personales. Lo importante es que sea un joven feliz, y si decide
ser empresario, que lo sea con conciencia social, teniendo una clara idea de
cómo diferenciarse, ser perseverante y haciendo lo que a él le guste.
¿Cómo
iniciar?
1.
Disfrute con sus hijos juegos de mesa. El Turista Mundial o Monopoly , son juegos de mesa con los que los
muchachos comprenderán la importancia de conceptos como ahorro, inversión,
compra, venta y renta.
2.
Practique con ellos algún deporte o
actividad física. Así logrará interactuar con su hijo, creará en él el
sentimiento de confianza y la capacidad de negociación y trabajo en equipo.
3.
Predique con el ejemplo. Su hijo tomará de usted lo bueno y lo malo, así que sea congruente con
su decir y hacer, puntual, respetuoso, justo y solidario.
4.
Enséñele el hábito del ahorro. Divida una alcancía o caja en cuatro partes
donde su hijo depositará su domingo o una parte de sus ingresos en los
siguientes rubros: ahorro para metas a corto plazo, dinero para sus antojos de
fin de semana, donaciones e inversión.
5.
Enséñele a compartir. Cuando el joven comience a ganar dinero gracias al
negocio que desarrolló, deberá decirle que debe compartir esas ganancias en el
hogar. Su aportación al gasto puede ser pequeña como asumir parte de los gastos
que su mascota genere.
Cultivar
el liderazgo en los jóvenes no sólo repercute en su desempeño laboral como
adultos, sino que tiene un impacto integral en su calidad de vida. Allí radica
la importancia de contar con las herramientas adecuadas para formarlos.
Cuando
nuestros alumnos nos preguntan ¿Para qué
ser líder?, una de nuestras respuestas es; Para que seas feliz haciendo lo que
más te gusta. Siendo libre, siendo el dueño de tu destino y tus decisiones.
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