INTENCION

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miércoles, 31 de julio de 2013

LOS REFRESCOS REGIONALES Y SU LENTA EXTINCIÓN


Así como hay íconos en las diferentes regiones de nuestro querido México que representan su gastronomía, sus artesanías, su música, sus bailables o sus riquezas naturales, es innegable que los refrescos han tenido su papel en identificar zonas geográficas o ciudades.



Para mencionar solo algunos (y comentados en pasados capítulos de este blog) están el Soldado de Chocolate o la Sidra Pino en Yucatán, la Zaraza Vargas en el puerto de Veracruz,  el Tehuacán Garci Crespo o Peñafiel,  Jarochito en Córdoba o Coyame en la región de Catemaco y los Tuxtlas en el estado de Veracruz.

La mayoría de las marcas regionales en México tuvieron su auge a mediados del siglo pasado, gracias al empuje de empresarios que vieron en el refresco un modelo de negocio exitoso con muy buen margen de utilidad, crearon sus propias marcas, su imagen corporativa y construyeron un mercado a base de esfuerzo y disciplina.
Muchos de nosotros los que andamos entre 4, 5 o 6 décadas de vida crecimos con esas marcas que representaban parte de nuestra identidad regional.

La industria refresquera vivió en el "status-quo" hasta principios de los noventas. Los envases retornables formaban una suerte de barrera natural para las marcas; nadie podía ir más allá de una zona de ventas si no tenía suficiente envase para "sembrarlo" en puntos de ventas (abarrotes), centros de consumo (restaurantes y bares) o en el hogar. Los márgenes de utilidad eran muy buenos para los embotelladores, no tanto para los distribuidores.
Frecuente era el saqueo de envases de unas empresas a otras, en muchos casos alentados por las embotelladores de Coca y Pepsi, surgiendo la figura "empresarial" de los llamados "botelleros" quienes hacían acopio de envases de todas las marcas y ofrecían el cambio de envases -extraños por propios- a los embotelladores, llevándose un porcentaje por cada reja cambiada. Recuerdo que los "botelleros" más importantes estaban ubicados en Tehuacán Puebla.


Este robo de envase mermó financieramente a muchas embotelladoras pequeñas, al grado de frenar sus ventas ya que literalmente no tenían donde llenar el refresco que producían. Patéticos casos como el de Zaraza Vargas, que en las mañanas salía un camión a colectar envases para lavar y llenar botellas y a mediodía salir a venderlos, imaginemos el costo adicional que esto representaba.
Los pedidos de envase nuevo a Vitro, que era la principal proveedora de botellas eran frecuentes y cada vez el precio por botella era mas alto.
Como anécdota de esas fechas recuerdo envases de 12 onzas que tenían forma genérica (sin ningún molde en especial) de alguna marca tehuacanera eran reimpresos con la serigrafía para Delaware Punch.

En la mayoría de los casos la falta de envase retornable y la aparición del envase PET así como el abaratamiento de la presentación en lata de aluminio de 12 onzas por parte de Coca y Pepsi producto de su guerra particular fueron socavando el negocio del refresco para los pequeños embotelladores.
El margen de utilidad en envase  PET es mucho menor que en el retornable, sumado a un precio por mililitro cada vez más bajo y en empaques cada vez más grandes debido a la guerra de precios auspiciada por Coca y Pepsi llevaron inexorablemente a la quiebra a la mayoría de los embotelladores pequeños. La llamada "barrera natural" que daban los envases retornables se perdió y entonces ya no había impedimento para vendr productos PET en cualquier lugar, este escenario fupe el caldo de cultivo que provoco la llegada de marcas extranjeras como Big Cola, ya comentada en anterior post.

El deterioro financiero de los embotelladores pequeños y sus centros de distribución cada vez fué mayor, los equipos de reparto se hicieron viejos y reponerlos cada vez costaba más trabajo. En muchos casos los supervisores y vendedores se volvieron expertos en mecáncia ya que una buena parte de las jornadas de trabajo se pasaban reparando los camiones de reparto.
La situación para muchos pequeños empresarios fue insostenible y empezaron a desaparecer, hoy están solo en el recuerdo, otras fueron absorbidas por los dos gigantes (Coca y Pepsi) y algunas sobreviven, si esa es la palabra, sobreviven sin tener un horizonte muy prometedor.

 Nunca olvidare aquella frase vertida en una comida en 1994 del en aquel entonces director general de manantiales Garci-Crespo y agua Electropura el Sr. Bernardo Trueba Murillo al hablar de el futuro de la industria del refresco : "Dentro de unos 15 años en la industria ya solo quedaran dos empresas, Coca-Cola y Pepsi"  acertada visión de don Bernardo que se ha ido cumpliendo a raja tabla.

Quisiera estimado lector, ir repasando por separado lo más resumido posible el caso de algunas empresas embotelladoras y sus marcas que tengo en mi memoria y que han sucumbido ante las "aplanadoras" norteamericanas:


TITAN Y SIDRAL MONARCA
Centro y Sur de Veracruz
Propiedad de la familia Balmori, eran refrescos de sabores en presentaciones de medio litro (16 onzas), su porcentaje de participación más alto llego a ser en el puerto de Veracruz. Llego incluso a anunciarse en T.V. local en los ochentas. Tenían centros de distribución propios en Veracruz, Xalapa, Córdoba y Minatitlán. No había taquero o puesto de hot-dogs que no tuviera estos refrescos. Incluso llegaron a producir un Monarca sabor Cola sin mucho éxito. También distribuyen el Orange Crush, indispensable para preparar los cocteles de mariscos.
A la fecha existen aún las marcas pero en envase de 11 onzas, distribuido precariamente en camionetas de redilas  de una tonelada con escasa participación de mercado.
                                                          


YOLI
Acapulco, Taxco y Costa Grande de Guerrero
Refresco sabor Lima-limón que lo producía el distribuidor de Coca-Cola en Taxco y el puerto de Acapulco, empresa fundada en 1918 bajo el nombre de "La Vencedora" terminó fusionándose a Coca-Cola FEMSA en Enero de este 2013.



JAROCHITO, MANZANITA PIN
Centro de Veracruz

Propiedad de el cordobés don Julián García Carrera fue fundada en la década de los sesentas, marca muy influyente sobre todo en su natal Córdoba, Veracruz. Refrescos de sabores de 11 y15 onzas en sus inicios, pasaron (mas bien fueron obligados por el mercado) a  los envases PET y hoy en día producen solamente refrescos en envases PET de  .250 .700 y 3.5 Litros. La empresa llego a tener en los noventas la distribución en algunas zonas del estado de Sidral Mundet, Squirt, Royal Crown Cola (Arci Cola) y Delaware Punch. Contaba con una marca propia de agua mineral de 12 onzas llamada "Bar-Sod" ya desaparecida. En 1993 don Julián García concreto la compra de Zaraza Vargas otro refresco regional exclusivo del puerto de Veracruz (y tratado en anterior post) revitalizando dicha marca aunque el sabor nunca logró ser el mismo. Logró un respiro cuando consolido su marca de agua natural "AquaBuona" pero en el 2010 dejó de comercializarla en garrafón de 19 litros debido a la guerra de productos pirata. Tenía centros de distribución propios en Orizaba y el puerto de Veracruz, cerrándolos entre 2010 y 2012. Su principal canal de distribución hoy en día son los autoservicios.

ESCUIS
Sur de Tamaulipas, Norte de Veracruz, porciones de San Luis Potosí

Refresco de sabores producido en Tampico desde 1912 por el grupo del mismo nombre, propiedad de la familia Fleishman, pioneros en el embotellado de refrescos en nuestro país, distribuidores de Coca-Cola. Corrió una suerte similar a Yoli, fue fusionado y forma parte de las marcas de The Coca Cola Company.

BARRILITOS y CHAPARRITAS EL NARANJO
D.F. y área metropolitana

Casa Guajardo comenzó a fabricar los refrescos Barrilitos en 1938. En 1998 la fábrica fue comprada por Jugos del Valle, que a su vez en el 2007 se asoció con Coca Cola Femsa. En la actualidad, la marca Barrilitos es producida por DelFrut, antes Grupo Mezgo, y hay de sabores manzana, piña, ponche de frutas y durazno.
El origen de Grupo Mezgo data de 1937 y su primer negocio consistió en vender jugo de piña a granel. En 1953 lanzaron el primer refresco sin gas en México llamado Chaparritas El Naranjo Actualmente, DelFrut posee las marcas que fabricaba Grupo Mezgo, como Barrilitos, Sangría Señorial y Trébol.






COYAME
Sur de Veracruz

Tomaba su nombre del manantial "Coyame" ubicado en las orillas de la laguna de Catemaco, Veracruz donde estaba la factoría. Era un refresco de sabores de 12 onzas. Fundado en la década de los sesentas fué un icono de la región de "Los Tuxtlas" y muy bien aceptado en Minatitlán y Coatzacoalcos. En Octubre del 2012 cerró definitivamente sus puertas dejando a los últimos 60 trabajadores de la embotelladora sin empleo.
Sobrevive la marca gracias a maquilas que se hacen en el D.F. por una empresa llamada Raviezna Group SA de CV,   en presentaciones de .300 .600 y 3 litros.

REY
Oaxaca y Chiapas

Marca propiedad de los distribuidores de Pepsi para Oaxaca y Chiapas, muy popular en presentación de medio litro de sabores. Los productos de Pepsi abordo del mismo camión de reparto han ido desplazando a este refresco que ahora solo se elabora en lata de aluminio de 12 onzas. Existía una marca hermana de agua mineralizada llamada "Monte Bello".
          



FERSAN
Puebla

Embotelladora de refrescos de sabores y agua mineralizada de la familia Fernández Sánchez que contaban con una relación muy cercana con don Jorge Zindell Mundet, dueños del Sidral del mismo nombre, por muchos años fueron distribuidores "consentidos" de Sidral Mundet y sus marcas hermanas para el estado de Puebla, además de otras marcas como Royal Crown Cola. Al ser adquirida la marca Sidral Mundet por Coca-Cola FEMSA , la empresa declinó en sus volúmenes y afectada también por la guerra de precios que se desató en el centro del estado de Puebla a principios de este siglo debido a la entrada de la peruana Big Cola.

Actualmente sobrevive con presentaciones PET de 3.3 litros y aún vende agua mineralizada en envase de vidrio de 12 onzas a algunos centros de consumo, desafiando a Ciel, Peñafiel y Garci-Crespo en la capital poblana. También ha salido a vender sus concentrados a otros mercados como el vecino país de Guatemala con discretos resultados de venta

                                                                          

SIDRA PINO Y SOLDADO DE CHOCOLATE
Península de Yucatán
Entrañables marcas, ya abordadas en anteriores post´s. Propiedad de la familia Erosa.
Muy golpeada por la guerra de las colas en la última parte del siglo pasado y muy mal administradas por sus dueños terminó sucumbiendo el año pasado merced a una huelga de sus trabajadores por salarios no devengados. Llegaron incluso a distribuir Royal Crown Cola. Sus productos estrella; la Sidra Pino Negra ( de Cebada) y el Soldado de Chocolate aún son extrañados por los yucatecos, campechanos y quienes visitan esas tierras.







O´KEY
Puebla y Veracruz

Recordados por su botella en forma de barrilito de 16 onzas, eran refrescos de sabores que seguro encontrabas en las misceláneas y abarrotes de la esquina.
La mayoría de sus embotelladores sucumbieron en los noventas y podemos citar a embotelladoras ubicadas en el puerto de Veracruz, Córdoba propiedad de la Familia Del Río y Puebla, esta última propiedad de los señores Regordosa, distribuidores de Pepsi. 




SANGRIA DE ANTAÑO Y MANZANITA DEL HUERTO
Varias regiones

Estas 2 marcas eran hermanas de Jarritos, quien aún sobrevive. Refrescos de muy buen sabor en presentaciones de 12 onzas.
El dueño de las marcas es la empresa FRUCO (Frutas Concentradas SA ) propiedad del señor González Ayuso.

      



JARRITOS
Varias regiones

Para mi gusto de los mas sabrosos, sobretodo el de Tamarindo y Tutti-Fruti (ahora endulzados con fructuosa no es lo mismo).  Fundada en 1950 por Francisco Hill y propiedad de la razón social FRUCO  (Frutas Concentradas) cuyo director fue el Lic. González Ayusso, en los setentas y ochentas del siglo pasado tenían importantes porcentajes de participación en ciudades como la zona conurbada de la Ciudad de México,  Puebla, Tlaxcala y Minatitlán, Veracruz donde tenían embotelladoras. Ahora sigue operando bajo el esquema de franquicias, vendiendo el concentrado a embotelladores, entre ellos el Consorcio AGA y algunas embotelladoras de Pepsi, por lo que se puede decir que de facto ya fue absorbida por las empresas gigantes.


Hay abundante material estimado lector, así que preparare una nueva entrega de esta refrescante y nostálgica historia.