Hace un par de días, el primero de septiembre de este 2015 se erigió en un parque público de la ciudad de Orizaba, Veracruz, la que es la primera estatua que se coloca de José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, Don Porfirio Díaz, a 100 años de su muerte. Ex presidente de México durante un periodo que abarco de 1876 a 1911, pasando por un interinato de su colaborador Manuel González de 1880 a 1884, Díaz a partir de ese año gobernó ininterrumpidamente hasta 1911.
Gran revuelo ha causado el hecho de que el presidente municipal de Orizaba el Sr. Juan Manuel Diez Francos haya insistido en colocar dicha estatua a pesar de múltiples y airadas críticas, algunas subidas de tono amagando incluso con destruirla y declaraciones de personajes de la vida pública nacional como el ex gobernador del estado de Veracruz el Licenciado Miguel Alemán Velasco (cuyo abuelo Miguel Alemán González murió a manos de tropas porfiristas), quien declaro a la prensa que estaba totalmente en contra de elevar una estatua de un dictador como Díaz. El alcalde de Orizaba declaró a la prensa; "Si los grupos anti porfiristas tiran la estatua, la volveremos a subir, así de simple "y agrego "Es un reconocimiento al patriota, al que siempre peleó por la soberanía nacional, pero también al presidente que supo gobernar a un país en tiempos difíciles, a un México que era ingobernable".
Mucho se ha escrito sobre la vida y obra de Don Porfirio, de su activa participación defendiendo a la patria en la intervención francesa de 1862 a 1867, incluida la batalla del 5 de mayo de 1862, de su apoyo a Don Benito Juárez y su posterior enemistad con él al intentar este último perpetuarse en el poder, de haber logrado un periodo prolongado de relativa paz que finalmente disfrutaba el país luego de muchos años de intervenciones y luchas internas por el poder, paz que facilito el gran avance en inversiones (mucha extranjera) e infraestructura que el país experimentó en los años de su gobierno, como la finalización de la línea ferroviaria que va del puerto de Veracruz con la capital del país, la modernización de puertos como el de Veracruz, la construcción de fastuosos edificios como el palacio de bellas artes, durante el Porfiriato floreció la literatura, la pintura, la música y la escultura. Las actividades científicas fueron promovidas desde el gobierno, pues se consideraba que un avance científico del país podía conllevar cambios positivos en la estructura económica. Fue entonces cuando se fundaron institutos, bibliotecas, sociedad científicas y asociaciones culturales. De igual manera, el arte popular buscó en la cultura de México un elemento para plasmar sus composiciones y expresarse, y así se lograron muestras del arte mexicano que fueron exhibidas en el mundo entero. El positivismo logró hacer que en México hubiera un renacimiento del estudio de la historia nacional, como un elemento que afianzó a Díaz en el poder y contribuyó a la unidad nacional.
Pero también está el otro lado del Porfiriato, el lado oscuro, del "Mátenlos en Caliente y luego averiguas" (orden directa de Díaz al entonces gobernador de Veracruz Luis Mier y Terán para eliminar una rebelión de Lerdistas en 1879), de la sofocación de protestas vía fusilamiento de muchos campesinos yaquis en Sonora, de la cruenta ejecución por parte de las tropas de Victoriano Huerta (enviadas por el presidente) en 1902 en Yucatán y de la aplicación de la llamada "ley fuga" para deshacerse de personajes incomodos al régimen.
Y sobre todas las cosas, de la profunda desigualdad social que había en el país, con unos pocos poderosos hacendados, terratenientes, literalmente dueños de vidas y haciendas y del otro lado del espectro millones en extrema pobreza.
No es la intención de este post hacer una reseña biográfica de Don Porfirio, traigo todos estos datos a colación porque considero que él ya ha sido etiquetado por la historia como un anti héroe, no importa que ponderemos sus logros intentando minimizar sus defectos (que evidentemente tiene de ambos rasgos), muchos personajes de la historia nacional han pasado ya por el tamiz de la historia y la cultura popular y los han colocado del lado de los "buenos" o de los "malos", comprensible es que como seres humanos tenían muchos matices, personajes polémicos como Hernán Cortés, Miguel Hidalgo, Agustín de Iturbide, Antonio López de Santa Ana, Juárez, Villa u Obregón están perfectamente etiquetados, válgame usted la expresión estimado lector, en la cultura popular mexicana y ubicados en los libros de historia, a veces sutilmente y otras de forma directísima en un bando u otro; "buenos" o "malos".
Y es que como muchas cosas en la vida, nuestro cerebro necesita de héroes y anti héroes, no podemos pensar en el bien si no existe un mal que lo pondere y valide. No hay una buena historia, un buen cuento si junto al príncipe, al héroe, no esta colocada una bruja o un villano.
Y así estará don Porfirio Díaz, siempre polémico a pesar de los pesares, en el grupo de los anti héroes mexicanos, intentar cambiarlo de bando es, en opinión de un servidor materialmente imposible porque sencillamente el problema no esta en la razón, esta en la emoción, esa que es cientos de veces más poderosa que la primera.
Pero también está el otro lado del Porfiriato, el lado oscuro, del "Mátenlos en Caliente y luego averiguas" (orden directa de Díaz al entonces gobernador de Veracruz Luis Mier y Terán para eliminar una rebelión de Lerdistas en 1879), de la sofocación de protestas vía fusilamiento de muchos campesinos yaquis en Sonora, de la cruenta ejecución por parte de las tropas de Victoriano Huerta (enviadas por el presidente) en 1902 en Yucatán y de la aplicación de la llamada "ley fuga" para deshacerse de personajes incomodos al régimen.
Y sobre todas las cosas, de la profunda desigualdad social que había en el país, con unos pocos poderosos hacendados, terratenientes, literalmente dueños de vidas y haciendas y del otro lado del espectro millones en extrema pobreza.
No es la intención de este post hacer una reseña biográfica de Don Porfirio, traigo todos estos datos a colación porque considero que él ya ha sido etiquetado por la historia como un anti héroe, no importa que ponderemos sus logros intentando minimizar sus defectos (que evidentemente tiene de ambos rasgos), muchos personajes de la historia nacional han pasado ya por el tamiz de la historia y la cultura popular y los han colocado del lado de los "buenos" o de los "malos", comprensible es que como seres humanos tenían muchos matices, personajes polémicos como Hernán Cortés, Miguel Hidalgo, Agustín de Iturbide, Antonio López de Santa Ana, Juárez, Villa u Obregón están perfectamente etiquetados, válgame usted la expresión estimado lector, en la cultura popular mexicana y ubicados en los libros de historia, a veces sutilmente y otras de forma directísima en un bando u otro; "buenos" o "malos".
Y es que como muchas cosas en la vida, nuestro cerebro necesita de héroes y anti héroes, no podemos pensar en el bien si no existe un mal que lo pondere y valide. No hay una buena historia, un buen cuento si junto al príncipe, al héroe, no esta colocada una bruja o un villano.
Y así estará don Porfirio Díaz, siempre polémico a pesar de los pesares, en el grupo de los anti héroes mexicanos, intentar cambiarlo de bando es, en opinión de un servidor materialmente imposible porque sencillamente el problema no esta en la razón, esta en la emoción, esa que es cientos de veces más poderosa que la primera.
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