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sábado, 19 de agosto de 2017

PERSEVERANCIA Y TRABAJO EN EQUIPO; LA HISTORIA DE PASCUAL BOING


"Ningún jugador es tan bueno como todos juntos"
-Anónimo-





Durante ya 7 años este blog se ha ocupado de intentar relatar la historia de 
muchas marcas de refrescos y cervezas, hay en cada historia contada interesantes
incidentes que han dado puntos de quiebre a las empresas, a los trabajadores de 
ellas y a sus familias o incluso han influido en el paisaje urbano de muchas regiones.
Desde la fundación de este blog, consideré escribir sobre la marca Pascual Boing, 
lo consideré muchas veces, pero no me sentí lo suficientemente preparado 
informativamente, con buenos antecedentes históricos para abordar ésta 
fascinante historia de perseverancia; un caso de éxito del cooperativismo en 
México y una empresa refresquera 100% mexicana, con productos ganadores, 
tecnología de punta, enorme trabajo en equipo y gran visión de mercado. 

Menudos conceptos agrupados en una sola empresa: La Cooperativa Pascual Boing.

Pero cómo se dio esto?   

Qué detonó algo con tantas virtudes?

Vamos desde el principio...




Pascual S.A. se funda en 1938 por el inversionista capitalino Rafael Víctor Jimenez Zamudio, la naciente empresa pasa por un proceso de arranque que le lleva algunos años, y es hasta 1941, en plena crisis internacional, fruto de la segunda guerra mundial, es cuando empiezan a consolidarse las ventas; los primeros productos que se lanzaron al mercado fueron paletas, después agua embotellada en garrafón y por último los refrescos Pascual.
Las primeras instalaciones de la empresa se ubicaron en la colonia Anáhuac, posteriormente en la colonia San Rafael y finalmente en la colonia Tránsito, a principios de la década de 1950. Es en éste momento que la empresa Pascual comenzó a publicitar al refresco "Pato Pascual" con el slogan “Fruta en tu refresco”. 









En la misma década salió al mercado el refresco Lulú, representando por una coqueta e inocente muñeca que me hace recordar a Betty Boop y que marcó a toda una generación. 





                                              Anuncio de 1954
A mediados de esa misma década la empresa lanza un producto llamado "Mexi-Cola", el cual permaneció muy poco tiempo en el mercado, debido a un problema con su proveedor de botellas de vidrio y al vandalismo (rotura y extracción de envases en los puntos de venta) supuestamente patrocinado por las grandes compañías productoras de refresco de cola. Es curioso mencionar el hecho que refieren quienes pudieron probar este refresco, mencionan que era mucho mejor que la coca-cola. Este refresco de cola generó una gran impacto asociado con aspectos nacionales y por el gran impulso publicitario del boxeador mexicano, ídolo en ese momento, Raúl “Ratón” Macías. Aunque en su momento la empresa entendió que el refresco de cola no era su negocio principal (Core Business) y decidió concentrarse en sus refrescos de sabor y jugos. A partir del 2013 se volvió a producir "Mexicola" ahora en lata de aluminio de 12 onzas, aunque su producción es pequeña y pretende abastecer un pequeño mercado de los mismos trabajadores, familias y vecinos de las embotelladoras, simpatizantes de las marcas de la cooperativa.


A comienzos de los años 60´s la empresa ya contaba con gran reconocimiento dentro de la industria refresquera. Adquirió instalaciones en el interior de la República, así como constantes ventas a distribuidores en Estados Unidos y Japón. Fue en ese tiempo cuando se lanzó la bebida de frutas Boing! que, a diferencia de Pascual y Lulú, no contiene gas.

En el auge del crecimiento de la marca Boing, el empresario Rafael Jiménez entró en contacto con la empresa sueca Tetra Pak, su audacia le generó un contrato de exclusividad para el envasado de Boing!.
A finales de esta misma década se adquirió una planta en el norte de la ciudad de México (Planta Norte, Insurgentes Norte y la calle de Fortuna), cuyas instalaciones pertenecían a la empresa refresquera Canadá Dry, así como la franquicia para la elaboración y comercialización de sus productos. Tanto la exclusividad del envasado de Tetra Pak como la franquicia de Canadá Dry se perdieron en 1982, al originarse el movimiento de huelga.

En el mes de marzo de 1982, el gobierno decretó un aumento a los salarios del 10 hasta el 30% en algunos casos, la mayoría de las empresas acataron esa disposición presidencial, no así el dueño de Refrescos Pascual, quien se negó a otorgarles el aumento. Ante esa negativa, un grupo de obreros de Pascual acudieron a las oficinas del Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT).
Por ello, los trabajadores decidieron irse a huelga, parando las dos plantas el 18 de mayo de 1982. 
Como respuesta a esta acción, el 31 de mayo, el dueño se presentó en las instalaciones de Planta Sur dando órdenes a su gente de disparar para romper la huelga, asesinando a dos trabajadores y dejando heridos a otros 17. El luchador social, el oaxaqueño y líder ferrocarrilero Demetrio Vallejo, dirigente en esos años del PMT (Partido Mexicano de los Trabajadores) planeó las acciones a seguir, guió a los asesores y al Comité de Lucha. Hubo momentos clave durante el movimiento de huelga: la toma de las oficinas del séptimo piso de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje; la obtención de la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo, quitándole a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) el reconocimiento legal de la huelga del 24 de mayo de 1983 y, finalmente, el triunfo del movimiento de huelga.

En agosto de 1984 en una Asamblea previa a una audiencia, acordaron anexar una alternativa más para la solución de su conflicto: que se adjudicaran los bienes de Refrescos Pascual S.A. a favor de los trabajadores quienes se comprometían a trabajar bajo el sistema de Cooperativa.
"Cuando se gana la huelga, el 30 de octubre de 1984", -relata el abogado de los trabajadores Eduardo Miranda Esquivel- "no nos liquidan los salarios caídos y las prestaciones que teníamos, sino que nos pagan con bienes. Los terrenos no entraron en el laudo, la Junta de Conciliación y Arbitraje hizo un embargo precautorio de los bienes donde venían marcas y patentes, las fórmulas, las unidades de reparto, envases, tarimas, cascos, todos los almacenes llenos de refacciones, materias primas, azúcar, cartón. Con eso nos pagan. Hacemos una evaluación para buscar el monto equivalente, pero los terrenos nunca entraron en esa adjudicación, nunca fueron de la Cooperativa Pascual, pero la Secretaría del Trabajo, a cargo de Arsenio Farell, nos presionó para seguir trabajando en las plantas de Rafael Víctor Jiménez Zamudio con la promesa de que gestionaría en nuestro favor un financiamiento para adquirir los predios y echar a andar la empresa, cosa que nunca se cumplió."
"La sociedad civil apoyó el movimiento, contamos con su buena voluntad, así como con el apoyo de los compañeros que salieron a botear para comprar alimentos, cubrir pasajes, imprimir volantes, etcétera.
"El laudo cierra un periodo y nace la Cooperativa Pascual el 17 de noviembre de 1984. El Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México nos apoya con un millón 400 mil pesos que nos permitió regularizar 17 camionetas. Esto permitió iniciar la distribución del tetrapack Boing, producido en Aguascalientes, y fue hasta el 27 de noviembre de 1985 cuando iniciamos nuestra propia producción de jugos y bebidas."
La solidaridad de pintores y grabadores
"Durante 1984 y 1985, gracias a las gestiones de artistas como Mario Orozco Rivera, dirigente del Salón de la Plástica Mexicana; Rufino Tamayo, David Alfaro Siqueiros, Francisco Toledo, Felipe Ehrenberg, Carolia Paniagua y el Taller de Gráfica Popular, entre otros, logramos que 320 artistas se solidarizaran con la causa de los trabajadores de Pascual y donaran sus obras. Nos las daban para que las subastáramos, pero preferimos conservarlas. Le dimos un valor histórico a esta donación. Por eso quisimos conservarlas y organizar exposiciones itinerantes de la colección que es ahora parte de la Fundación Cultural de Trabajadores de Pascual. Nuestra colección ya supera mil obras y los artistas han seguido donando. Hemos hecho exposiciones en Bellas Artes, el Palacio de Minería, el Museo del Carmen, el Seguro Social y hemos expuesto a José Chávez Morado, Alfredo Zalce, Guillermo Ceniceros y José Luis Cuevas."  Hasta aquí el relato del abogado Miranda Esquivel.



El 27 de mayo de 1985, la sociedad cooperativa de pascual s.c.l inició su
s actividades con el “Proyecto Aguascalientes”. Ocho camiones salieron a dicho estado para surtirse de producto (en esa ciudad aún se producía Boing!) y regresar al Distrito Federal con el objetivo de reabrir sus puertas y conquistar el mercado. Organizados, salieron a vender sus productos y comenzaron a escribir la exitosa historia de una Cooperativa 100% mexicana.
Los trabajadores ocuparon los terrenos originales de la planta, que tenían la ventaja de contar con dos pozos de agua potable. Estos terrenos no eran parte de los activos de la empresa recién adquirida, y la propiedad la mantuvo la esposa del dueño original, Victoria Valdez Cacho de Jiménez. Por lo tanto fueron ocupados mediante un contrato de arrendamiento hasta 1985, año en que expiró. A pesar de que Victoria Valdez se negó a renovarlo, Pascual mantuvo la posesión de los terrenos con el apoyo del gobierno.
Victoria Valdez demandó a Pascual en 1989 y ganó el caso en 2003. Cuando la corte ordenó a Pascual desocupar los terrenos, el entonces jefe de gobierno del Distrito FederalAndrés Manuel López Obrador, expropió los terrenos de Valdez en favor de Pascual, argumentando utilidad pública. Pascual ofreció a Valdez pagar el monto del avalúo del inmueble, calculado en 187 millones de pesos mexicanos (alrededor de 16 millones de dólares americanos); sin embargo, la parte demandante no aceptó la oferta.​ En 2005, la Suprema Corte de Justicia decretó que la expropiación era improcedente debido a que no se comprobó que hubiera utilidad pública, ya que el beneficiado por la expropiación era una empresa privada que producía un producto no esencial. Mientras que Valdez quería que le devolvieran sus terrenos, Pascual argumentaba que los costos de trasladar la planta podría poner en riesgo la supervivencia de la empresa, cuyos beneficios se distribuyen directamente entre 2 mil trabajadores que laboran en las plantas del Distrito Federal. Finalmente, los terrenos fueron desalojados en 2006.


En los terrenos de la antigua planta se hicieron exploraciones arqueologicas en el 2015, encontrando la base de antiguas chinampas.

Paralelamente a esta disputa por el inmueble original de la colonia Tránsito en la Ciudad de México, la Cooperativa inaugura en 1993 una moderna planta en San Juán del Río, Querétaro. Adicionalmente y con maquinaria traida desde Culiacán, Sinaloa, se construye otra planta en Tizayuca, Hidalgo, que inicia operaciiones en 2003. Con ésta capacidad instalada, la Cooperativa afrontó exitosamente el inicio del siglo XXI y la fuerte competencia que se daba entre Coca Cola y Pepsi, en una guerra por exclusivas para la venta de refrescos, sobre todo en el centro del país.
En Cooperativa Pascual se elaboran y comercializan bebidas naturales, saludables y nutritivas en la gama de jugos, néctares, pulpa de frutas, agua purificada y refrescos, con el compromiso de deleitar y satisfacer a los consumidores de todas las edades. Es ésta su principal característica y al mismo tiempo su gran fortaleza de mercado, ya que como hemos visto en anteriores post de este blog, la tendencia en los consumidores hacia lo natural y sin azucar crece cada día más y bien que lo saben los gigantes de la industria. No es fortuito que Coca Cola haya absorbido a "Jugos del Valle" y Pepsi tenga una fuerte sinergia con "Jumex".



Como en casi todas las empresas, la Cooperativa ha tenido momentos muy difíciles, donde se ha puesto a prueba la determinación y unión de los cooperativistas. Citemos el no muy lejano 2014; cuando el gobierno federal impuso un nuevo impuesto (IEPS) a las bebidas embotelladas, las ventas cayeron entre un 16 y 18% ese año, adicionalmente, la secretaría de hacienda incumplió un acuerdo donde otorgaría un apoyo de 400 millones de pesos para el mantenimiento de la plantilla laboral y los planes de crecimiento de la cooperativa.
Las exportaciones también se detuvieron a principios del año 2012, ya que "un "broker" norteamericano se negó a pagar 40 millones de pesos y, por el contrario, quería una indemnización de 700 millones de pesos" refiere el señor Salvador Torres, socio fundador de la cooperativa y actualmente gerente de auditoría interna de la organización, en entrevista para "El Universal".
"Afortunadamente ganamos el juicio y a finales del 2015, regresamos al mercado de Estados Unidos, lo que representa el 2% de nuestra producción ( un millón de cajas unidad) de la marca "Boing" producida en la planta de San Juan del Río" narró el señor Torres.



También existen planes de en la cooperativa de salir al mercado con agua purificada, pero el monto de las inversiones, que superan el orden de los 200 millones de pesos los han detenido, ya que es un mercado competidísimo, con jugadores muy influyentes en la mente de los consumidores. El riesgo sería descuidar lo que ya se domina y donde se tiene  el control del mercado. Cuidar lo que los mercadólogos denominan el "Core Business".
El reto está en seguir innovando, tanto en productos como en el servicio; en la forma de cómo conectar con el consumidor y tener siempre los productos cerca de los clientes.
Lo están haciendo bien, se percibe una empresa con gran empuje, inmersa en los cambios tecnológicos de ésta segunda década del siglo XXI y con muy buena iniciativa. Baste visitar su página web, para darse cuenta rápidamente de su proactividad, vía eventos y promociones.
“Todo lo que generamos es para los mexicanos, todos nuestros trabajadores son mexicanos, nuestras materias primas, la propia marca. Si hablamos de empresas 100 por ciento mexicanas, creo que en la Cooperativa Pascual somos los primeros que levantamos la mano”, afirmó José Antonio Alcántara, presidente del consejo de administración de la empresa, en una entrevista en marzo de este 2017.


Resumiendo; 
Desde sus orígenes, Cooperativa Pascual ha estado a la vanguardia en la producción de bebidas refrescantes de sabores en México, tales como:
Pato Pascual, Lulú y Mexicola que son bebidas carbonatadas; Boing, Boing más fruta, Pato Pascual Citrus, Néctasis, Agua Purificada Pascual, Agua saborizada, que no contienen gas y la leche Pascual.
Al 2015, la empresa generaba ventas anuales totales por 3,750 millones de pesos y comercializó 45 millones de cajas unidad de sus productos, contaba con 25 sucursales en todo el país y  con 355 centros de distribución. Da empleo a más de 5 mil trabajadores y 905 socios cooperativistas.
El 90% de sus bebidas son No carbonatadas.



Como colofón a esta intensa historia, les dejo el video corporativo de la Cooperativa Pascual. Ya vimos que en México, sí se puede ¡



3 comentarios:

  1. En mis pizzerias UNICAMENTE vendo Boing, mas de mil cajas al anio... vive el cooperativismo.

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    1. Felicidades, buena decisión. Es apoyar a la economía social.

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  2. Buenas tardes, ¿de casualidad no sabe usted qué fue de Rafael Víctor Jiménez Zamudio tras el triunfo de la huelga de Pascual? He buscado exhaustivamente por internet pero no he encontrado nada, en medios impresos, menos. Agradeceré encarecidemente cualquier me envíen información o refrencias

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