En estos tiempos, donde las noticias fluyen rápidamente, donde tras una PC conectada a Internet hay tanta y tan variada información, tantas opiniones, tantas plataformas para comunicarse, es en este mundo donde como ciudadanos debemos estar actualizados.
Y no solo para ver páginas de juegos, videos o frivolidades. Es una obligación como ciudadanos estar enterados de nuestro entorno, si de veras queremos empezar a cambiar cosas de las que tanto nos quejamos. Hay que saber que está provocando que las cosas no caminen como deberían de hacerlo, que lo provoca, a donde se va el dinero público, que decisiones se están tomando en el gobierno. Pues no se vale quejarse siempre de los políticos, de los abusos de algunas grandes empresas, de los monopolios disfrazados, de los sindicatos, de la delincuencia, en fin de todo lo que afecta a nuestro entorno y que pasa por las decisiones de quienes están al frente de las instituciones de nuestro municipio, estado y país y que solo queda en eso, en una queja repetida mil veces al día, pero que no hacemos que trascienda.
Y el sentido de estas líneas van hacia algo que estoy seguro va a ser útil, no hoy ni mañana, pero si debe ayudar. El compromiso debe ser de todos.
Cuando la mayoría de la gente vota, y con esto no pretendo generalizar. Está influida en su ánimo hacia lo que podría ser un beneficio personal o de grupo. Cuantas veces no hemos escuchado previo a alguna elección algún comentario como: “Votare por el candidato fulano porque mi hermano trabaja en una empresa de un compadre de él y pues seguro se va pa´rriba” o “El candidato perengano es vecino de mi cuñada y a lo mejor le dan un hueso porque se lleva con el”
Siempre el beneficio de un grupo, los antecedentes, currículum, experiencia, proyectos de un candidato, el decir cómo hará las cosas, pasan casi desapercibidos para muchos. Y ya ni mencionar los que votan por 1 playera, 1 gorra o porque los invitaron a un baile de campaña, eso aún es más patético.
Debemos, amables lectores buscar que nuestro entorno social vote por un beneficio general, donde se haya analizado bien y a fondo a los candidatos. No dejarse llevar por la mercadotecnia política que tanto gasta y muchas veces tanto engaña.
Me refiero a todos aquellos que no tenemos afiliación política, que somos mayoría y que podemos decidir si queremos, el rumbo de una elección. Hay que informarse e informar, educar y consultar, comentar con nuestro círculo social, en el trabajo, de forma imparcial, analizando, leyendo, volviendo a leer.
Seguramente empezaremos por escoger el menos malo, porque muchos están pensando en que actualmente no hay a cual irle y tienen razón, pero hay que pensar a largo plazo, en nuestros hijos y nietos. Veo en el proceso de votar educadamente una analogía con la ciencia genética. Donde para lograr los espécimenes más puros, con menos defectos, hay que pasar por varias generaciones, varios filtros, no es a la primera. Hay que ser constante y tenaz. Pero los resultados son halagadores al encontrarnos con los “especímenes” que buscamos.
Insisto esto no es tarea de unos meses, es algo que nos llevara años. Seamos exigentes a la hora de votar, provoquemos que quienes aspiren a servirnos sean más preparados, menos comprometidos con grupos de poder, más probos en sus actos y con mejores antecedentes. Cuanto más exijamos, mayores filtros habremos puesto. Y ello evidentemente nos llevará cada vez a mejores candidatos y más eficientes personas al frente de las decisiones de nuestro país.
Hay que intentarlo, hay que educar el voto en nuestro entorno, hay que empezar ya, es una responsabilidad que debemos asumir de cara a nuestra descendencia. El voto es un arma poderosa, pero solo lo es en manos de una mayoría de gente educada, enterada y comprometida con una sociedad en general, no ensimismada y egoísta.
Mucho se ha luchado por un voto libre y secreto, ahora que lo tenemos hagamos que sea efectivo e inteligente y que, lo más importante, nos lleve a personas integras y capaces.
Tomemos esta crisis de credibilidad que sufren hoy las instituciones no como un problema que alguien deberá resolver, veámoslo como un reto que nos involucra muy directamente también a nosotros, pero a todos. Ese día, el día que despertemos a un compromiso colectivo, habrá iniciado un nuevo México.
Ojala me puedas seguir en Twitter: @Cordobes_01
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