Cuántas veces hemos escuchado decir a los niños “eso no lo como porque no me gusta” y uno como adulto sabe que la mayoría de las veces es que “no les gusta” porque ni siquiera lo han probado y hay miedo a lo desconocido. Incluso algunos grandes siguen manejando la misma lógica con muchas cosas.
Twitter entra muy fácilmente en las cosas que muchos no han probado, pero que dicen que no les gusta. Y se atreven a descalificar la red social con argumentos como:
“No le entiendo” o “solo es para perder el tiempo” o “para que si ya tengo correo electrónico”.
Seguramente hemos encontrado alguna de estas respuestas al abordar el tema.
Y aquí permítanme brevemente contar mi experiencia personal: A principios de este 2010, y gracias a un anuncio de TV de Telcel que mencionaba Twitter insistentemente, me decidí una tarde abrir mi cuenta. Le invertí varias horas a tratar de descifrar como funciona la red. Confieso que no fue fácil, pues hasta la fecha no tengo familiares que utilicen la red, así que me fui “por la libre” y de forma autodidacta empecé a conocer las bondades de este medio de comunicarse con los demás. Con pocos seguidores evidentemente era difícil interactuar. Decidí como muchos lo hacen seguir a los famosos que tienen Twitter, como Carlos Loret, Adela Micha, Paola Rojas, García Postigo, Melissa Vega entre otros. Requerí de constancia al principio, pero al cabo de un par de meses ya estaba inmerso en la comunicación diaria con quienes, simples mortales como un servidor, nos valemos de este fabuloso instrumento para expresar ideas, sentimientos, noticias, ocurrencias y buenos deseos a otros “Tuiteros”. En dicha interacción se hacen buenas amistades, se percibe empatía con unos y antipatía con otros y ahí es donde se le da “sabor al caldo”.
En este gran Universo, podemos seleccionar a quien seguir e ir haciendo en base a empatías y afinidades una comunidad de amigos y amigas que quizá nunca veamos en persona, pero que paradójicamente conocemos mucho de ellos e incluso les llegamos a tomar cariño.
Dentro de las experiencias que se viven en esta red, como en la vida misma, está el encontrarnos con muchos tipos de gente y no toda tiene la misma intención al enviar mensajes. Y ahí las bondades del sistema nos permiten dejar de seguir o bloquear a los que nos desagradan. Existen los famosos “Trolls” que son quienes se dedican, la mayoría de las veces desde un cobarde anonimato, a molestar gente. Afortunadamente son los menos.
En Tuiter se vale expresar de todo, desde los más cursis mensajes de amor, hasta los reclamos y descalificaciones más fuertes. Pasando por oportunas “Notweetcias”, chistes o avisos viales. Un servidor siempre ha abogado por la mesura y el respeto ante todo. Soy un convencido de que el no piensen igual que yo, no significa que sea mi enemigo o lo tenga que descalificar o insultar. Se vale discernir.
La red viene creciendo y cada vez hay más tuiteros quienes compartimos decenas de sentimientos e ideas diariamente, espero pronto encontrarte aquí, si es que aún no tienes cuenta. Si ya estás en la red, sabrás a lo que me refiero.
Ante las grandes ventajas de ser un “Tuitero”, expreso mi felicidad por ser parte de esta red, que me ha permitido hacer buenos amig@s, compartir ideas, aprender mucho y tener la satisfacción de que algún pensamiento expresado en un perdido Tuit, sirvió en algo a alguno de mis seguidores.
Por todo ello, el que diga “No me gusta Twitter”, creo que como aquel niño, no lo ha probado ¡
Toda la razón mi estimado Cordobés. Al igual que tú, también aprendí solita, jeje, pero creo que fue eso lo que más me gustó de twitter, que a pesar de parecer complejo es muy sencillo, dinámico y sobretodo actual. @patitu_sanz
ResponderEliminar